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Perfumes que huelen a naturaleza, un perfume para el día a día

La naturaleza tiene un poder magnético que nos recuerda nuestras raíces, nos tranquiliza y nos revitaliza. A través de las fragancias, es posible capturar esta esencia y transportarnos a bosques húmedos, praderas abiertas o plantaciones de especias exóticas. En Esenzzia te ofrecemos una amplia selección de perfumes que huelen a naturaleza.
La familia de los amaderados: Profundidad y misterio
Los perfumes amaderados evocan lo mejor de los bosques, la tierra húmeda y los árboles centenarios. Estas fragancias son intensas y envolventes, transportándonos a un bosque tupido y lleno de vida. En el mundo de la perfumería, los aromas de sándalo, cedro, vetiver y roble se destacan como las notas amaderadas más comunes, cada una aportando un carácter único.
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El sándalo es cálido y cremoso, y su olor dulce evoca una caminata por un bosque húmedo al atardecer.
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El cedro tiene una personalidad seca y ahumada, ideal para quienes buscan un aroma más sobrio.
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El vetiver, de raíces profundas, es terroso y oscuro, mientras que el roble aporta un toque fresco y herbáceo que complementa perfectamente estas notas.
Fragancias herbales y verdes: Frescura al natural
Las notas herbales y verdes recuerdan campos abiertos, hierba recién cortada y jardines llenos de vida. Estas fragancias suelen incluir elementos como el romero, el tomillo, la lavanda y el té verde.
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La lavanda se utiliza para dar un toque aromático y tranquilizante, transportándonos a los campos abiertos de la Provenza.
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El romero aporta frescura y una energía herbácea que se equilibra muy bien con notas cítricas.
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El té verde es refrescante y ligero, perfecto para perfumes que buscan evocar una mañana de rocío en un jardín.
Notas florales terrosas: Aromas de jardines naturales
Las notas florales tienen la capacidad de llevarnos a un jardín natural, sin la artificialidad que a veces se asocia con fragancias más dulces o florales en exceso. Los perfumes que usan notas de flores terrosas como la rosa, el jazmín y la iris logran un equilibrio entre lo elegante y lo salvaje.
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La rosa de Damasco se caracteriza por su aroma profundo y robusto, más terroso y natural que el de las rosas comunes.
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El jazmín es otro de los favoritos, con un toque más indómito y embriagador, que evoca noches cálidas de verano.
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La iris, con sus matices ligeramente empolvados, añade un toque sofisticado y natural.
La magia de los aromas frutales exóticos
Las notas frutales también pueden evocar la naturaleza, especialmente cuando se trata de frutas exóticas y poco comunes que no son ni demasiado dulces ni demasiado cítricas. Aquí, encontramos elementos como la cereza ácida y la fruta de la pasión, que aportan un toque de frescura y un matiz suculento que evoca la esencia misma del fruto sin ser empalagoso.
Los acuerdos orientales: Calidez y misterio natural
Las fragancias orientales, con sus notas de especias, maderas exóticas y resinas, aportan una calidez profunda que evoca la naturaleza en su versión más mística y antigua. En estos perfumes se utilizan ingredientes como el ámbar, la vainilla y el benjuí, que crean una estela envolvente y sofisticada.
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El ámbar aporta dulzura y calidez, evocando la suavidad de la tierra bajo el sol.
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La vainilla, con su dulzura natural, añade un toque cremoso que se equilibra muy bien con maderas como el sándalo y el oud.
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El benjuí, con su carácter resinoso, añade un toque ahumado y misterioso que se presta bien para los perfumes de invierno o de noche.
Perfume 986: La naturaleza en su máxima expresión
El perfume 986 es una obra maestra de la perfumería natural que captura toda la esencia de la naturaleza, desde las notas verdes y frescas hasta la calidez profunda y reconfortante de las maderas y las resinas.
Salida: Frescura Frutal y Dulzura Terrosa
La salida del perfume 986 combina notas de hoja de tabaco, cereza ácida, miel, chocolate y avellana. Esta salida es suculenta y fresca, con el toque frutal de la cereza ácida contrastando con la dulzura terrosa de la hoja de tabaco y la suavidad cremosa del chocolate y la avellana. Esta apertura es vibrante y está llena de energía, evocando la frescura de una mañana en el bosque después de la lluvia, cuando los frutos y las hojas están en su máxima expresión.
Corazón: Un Jardín de Especias y Flores
En el corazón de 986, encontramos notas de canela de Ceylan, rosa de mayo, rosa de Damasco y hojas de cítrico. La canela aporta una calidez especiada que recuerda a las especias orientales, mientras que las dos variedades de rosa, de mayo y de Damasco, añaden una elegancia floral que se equilibra perfectamente con las notas cítricas. Este corazón es como un jardín escondido en un rincón exótico, lleno de flores y especias que encienden los sentidos y evocan un ambiente de naturaleza salvaje y refinada al mismo tiempo.
Fondo: La Profundidad de las Maderas y Resinas
El fondo del perfume 986 está compuesto de una mezcla rica y envolvente de ámbar, madera de oud, vainilla, benjuí, sándalo, pachulí, almizcle y cipriol. La combinación de estos elementos crea una base cálida y profunda que es el alma de esta fragancia. El ámbar y la vainilla aportan una suavidad dulce y cremosa, mientras que el oud y el benjuí añaden un toque ahumado y resinoso que recuerda la tierra y las maderas húmedas de un bosque antiguo. El sándalo y el pachulí completan la composición con sus notas amaderadas y terrosas, creando una experiencia olfativa que es al mismo tiempo sofisticada y natural.
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